sábado, 11 de marzo de 2017

Un estudio confirma el papel de la cerveza y el marisco en la gota


#TratamientoNatural

Una gran investigación ha corroborado definitivamente una vieja sospecha. Tomar ciertos alcoholes, carnes rojas y marisco eleva el riesgo de padecer esta dolencia causada por un aumento del ácido úrico en la sangre. Pero los lácteos desnatados y el vino tienen un efecto protector.

La gota ha sido considerada tradicionalmente una enfermedad de ricos asociada a ciertos hábitos alimenticios excesivos. Sin embargo, no existían datos concluyentes al respecto, al menos, hasta ahora. Un equipo de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en EEUU, ha seguido durante 12 años a más de 47.000 varones y ha verificado esta creencia, identificando qué componentes de la dieta son los culpables directos de esta dolorosa enfermedad reumática que afecta a las articulaciones y especialmente al dedo gordo de los pies. Las conclusiones del trabajo se recogen en dos artículos publicados en marzo y abril en las revistas 'The New England Journal of Medicine' y 'The Lancet', respectivamente. Ambos apoyan la teoría de que son los nutrientes ricos en purina, una sustancia presente en el tejido del organismo humano y en muchos alimentos, los que agravan esta dolencia, ya que contribuyen a aumentar los niveles sanguíneos de ácido úrico, un fenómeno que precipita los ataques de gota.

CARNE

No a la de cerdo, cordero y ternera

Los filetes de ternera, cordero y cerdo contribuyen directamente a un aumento del riesgo de sufrir gota, de acuerdo con los resultados de la investigación estadounidense. En el trabajo se determinó que cada ración diaria de más de carne incrementa en un 21% las probabilidades de experimentar un ataque de la enfermedad. Este efecto era más notorio entre los varones que ya sufrían la dolencia, debido a que estos pacientes eliminan de forma deficiente el ácido úrico a través del riñón. Absorber purina mediante los elementos de la dieta empeora su situación.

MARISCO

Más peligroso si hay sobrepeso

La contribución del marisco y algunos tipos de pescado al incremento del riesgo de padecer gota se estima en un 7% por cada ración de más semanal. Pero este fenómeno tiene una particularidad: es más llamativo entre las personas que padecen exceso de peso respecto a las que no presentan este problema. Para los investigadores, este hecho se puede explicar por diferencias metabólicas entre ambos grupos. Los autores señalan que futuros estudios deberán afinar las recomendaciones dietéticas sobre ciertos pescados para prevenir la enfermedad.

LÁCTEOS

Mejor si son descremados

Uno de los principales hallazgos del estudio es que constata el papel protector de los lácteos, especialmente la leche y el yogur y, sobre todo, si son desnatados. Además de su bajo contenido en purina, algunas proteínas lácteas (caseina y lactoalbúmina) reducen los niveles sanguíneos de ácido úrico. Los autores han eximido de responsabilidad gotosa a otros nutrientes hasta ahora bajo sospecha: los vegetales y legumbres ricos en purina (alubias, espinacas...). No parecen influir en gran medida en el riesgo de sufrir la dolencia. Tampoco las dietas ricas en proteínas.

CERVEZA

El riesgo es doble con sólo dos

El consumo de cuatro o cinco bebidas alcohólicas al día (unos 50 gramos) incrementa en dos veces y media el riesgo de sufrir el mal. Aunque bastan cantidades más modestas (una única copa, unos 10 o 15 gr.) para elevar el peligro un 30%. Pero si hay una bebida que sale mal parada ésta es la cerveza. Beber dos o más jarras diarias duplica también las probabilidades de experimentar gota. La cerveza tiene igualmente un alto contenido en purina, aunque no se descarta que puedan existir otros factores de riesgo no alcohólicos en este producto.

LICORES

Nocivos, pero menos que otros

Las bebidas espirituosas tienen un claro efecto nocivo sobre la enfermedad reumática, pero menos llamativo que la cerveza, aunque el contenido de alcohol de esta última sea inferior. En el estudio de la Universidad de Harvard se estimó que la probabilidad de sufrir el mal aumentaba 1,6 veces cuando se consumen dos o más copas, es decir, la mitad que en el caso de la cerveza. Se han implicado varios mecanismos para explicar porqué el alcohol aumenta el ácido úrico sanguíneo: reduce su eliminación renal e incrementa su producción por el organismo.

VINO

¿Un nuevo efecto?

Esta bebida tiene una bondad más que sumar a la lista que ha favorecido que su consumo moderado ocupe un lugar entre las recomendaciones dietéticas para preservar la salud cardiovascular. Es el único alcohol que no influye sobre el riesgo de la enfermedad. En este sentido, los autores subrayan que no ven problema en que los pacientes tomen pequeñas cantidades de esta bebida, mientras insisten en evitar el resto. Y apuntan que esta ausencia de riesgo puede sugerir una futura línea de investigación sobre sus potenciales componentes

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